Frecuentemente las mejores historias acuden a tí por sorpresa, sin avisar. RED DOG no podía ser la excepción.
Esta película, basada en una historia real acontecida en Australia entre la década de los 70 y los 80, va filtrando en lo más profundo de tus emociones y así, sin apenas darte cuenta te quedas irremediablemente enamorada de cada uno de los personajes, así pues no puedes evitar sufrir sus tristezas y alegrías como propias. Sus traumas y desgracias te rompen el corazón, y sus pequeños avances y logros te invaden desbordantes. És una historia dura, pero que te hace esbozar de forma continuada pequeñas sonrisas que recuerdan que la vida en si es así, con sus gozos y sus sombras.
La trama es sencilla, como lo son aparentemente las personas que viven en un pequeño pueblo minero del oeste australiano. Un pueblo donde la soledad que acompaña a los emigrados para mejorar su vida laboralmente es una máxima que se intuye al inicio de la historia y que de forma emocionante va dejando paso a la unión que nace de compartir diariamente los problemas cuotidianos en un lugar apartado.
El amor incondicional que nace de la amistad verdadera es la energía principal de la película. La sorpresa es que la más pura relación de amistad nace entre un perro, que ante un amplio abanico de humanos que quieren ser su humano preferido escoje al único que inicialmente esta cerrado a ser amigo de nadie y menos aún de un perro, y un humano que nunca se queda a vivir en el mismo lugar más de 2 años.
La historia está acompañada de una fotografía espectacular, que en todo momento se sugieren la soledad y dureza del lugar. Pero en equilibrio con emocionantes y delirantes imagenes del día a día de Dampier.
Red Dog, el protagonista canino es el punto de unión para la mayoría de humanos que aparecen. Es un animal de carácter y personalidad únicos y desbordante. Red Dog es el detonante de la sonrisa de unos trabajadores que dedican muchas horas a una actividad física poco motivante y muy dura, y el que es capaz de arrancar de sus duros corazones las emociones más puras.
Es un film (y una historia) enorme, muy recomendable. Eso si los más sensibles necesitaremos de pañuelos...pero vale la pena porque es un baño de sensaciones para nuestras emociones.
RED DOG The legendary Red Dog of Australia